¿QUIENES PRETENDEMOS SER EN LA IGLESIA?

Muchas veces pretendemos ser juzgadores o personas que nos encontramos en un escalon mas arriba de los que nos rodean; nos autodenominamos autoridades superirores que podemos aportar ideas dentro de nuestra iglesia pero que no podemos considerar ideas de otra persona porque consideramos que estan mal o consideramos que tal idea es "revolucionaria" o esa persona a caido en la total "rebeldia". Yo e cometido ese error muchas veces, dejando a un lado ideas de los que me rodean simple y sencillamente porque no se adecuan a mi forma de pensar egocentrica.- Nos gusta criticar dentro de la iglesia de forma "constructiva" pero no nos agrada que nos critiquen a nosotros, nos gusta evaluar a las personas que desempeñan un determinado ministerio o comision dentro de nuestra congregacion pero no nos agrada en lo absoluto que nos evaluen a nosotros en nuestro ministerio, muchas veces nuestra palabra se tiene que convertir en una ley irrevocable que no da lugar a escuchar los pensamientos de nuestros hermanos, ideas que ayudarian al engrandecimiento del reino de Dios, ideas que cambiarian de forma radical la manera de alcanzar almas y aumentar frutos, ideas que podrian solucionar determinado problema, etc. Lo peor es que nosotros algunas veces llegamos al punto de que ya no estamos siendo eficazes en al obra de Dios y no lo aceptamos, empezamos a ser predecibles y rutinarios, empezamos a carecer de determinacion con mentalidad de multidud pero seguimos pretendiendo ser la autoridad superior que lo sabe todo, ahogando las ideas de nuestros hermanos, de nuestros jovenes, deteniendo a las personas que quieren trabajar en la obra de Dios, e incluso llegando a cometer el grave error de luchar contra Dios deteniendo su obra en cuestion, recordemos la obra no es nuestra solo somos siervos que administramos hagamosla de la mejor manera siendo abiertos a todo aquel que desee trabajar y aportar ideas, escuchando y aprendiendo de los demas entendiendo que las cosas se pueden hacer de diferente manera a nuestro estilo, en resumen: no seamos piedra de tropiezo ni despotas o dictadores simple y sencillamente recordemos que somos siervos al servicio del reino de Dios y que todos tenemos la capacidad de aportar y trabajar en la obra.-